Pues Bien, hoy os contaré una bonita historia de amor de mi cosecha...Un día lluvioso a las 7 de la tarde en Hong Kong, Chan Sing-Mei ,un chico de 17 años, venía de sus clases de Jet Kune Do, cuando le sucedió algo inesperado y que cambiaría su aspecto de ver la vida.
Chan era un chico sumido en el mundo de las películas y las artes marciales, y que nunca se había planteado el tener o empezar una relación amorosa con alguien. Pero esa tarde al lado de la estación del metro, en el parque Lang, una preciosa chica le llamó su atención, parecía ser de su misma edad y era muy guapa. El chico nervioso y extrañado salio corriendo a su casa. No sabía que le estaba pasando y decidió meditar un poco en casa.
Miles y miles de vueltas daba a su cabeza, y trás varios dias pensándolo, se dió cuenta de que se había enamorado. Entonces es cuando se dió cuenta que tenía que hablar con ella como fuese. Estaba muy nervioso por que llegará el día siguiente, por que sería el día en que le preguntaría su nombre y confesaría sus ansiados sentimientos a esa chica.
LLegó el día, Chan venía muy contento de sus entrenamientos, había progresado bastante (a saber si era por lo que le estaba sucediendo), subió las escaleras de la estación de metro y se dispuso a mirar a el parque, no había nadie. Chan esperó y esperó, era el mismo día y misma hora que la semana pasada ¡¿Qué Podía haber fallado?! se repetía una y otra vez en su cabeza. Cansado de esperar, se fue enfadado y maldeciendo a su destino. Por el camino hacia su casa, no hacía nada más que lamentarse por hacer caso a un sentimiento que nunca había tenido...Pero el destino le guardaba una sorpresa, cuando iba a girar por su casa a Chan le sonó el estomago de las ganas de comer que tenía ya que no había comido nada desde las 2 de la tarde, entonces decidió detener su giro y pararse a comprar una sopa de fideos en un carrito ambulante.
Entonces Chan enfadado y con mala rabía le dijo a la dueña del puesto:
-!DEJEME UN BOL DE FIDEOS, POR FAVOR.-.Entonces a la dueña extrañada por su comportamiento, le preguntó:
-¿Te ha pasado algo muchacho?
-Nada, el destino que en esta vida es muy cruel y a veces te juega malas pasadas.-.Chan lo decía con mala cara y apunto de echarse a llorar.
-En esta vida puede pasar de todo hijo, pero tu eres muy joven para comprender las verdaderas vueltas del destino. Por tu edad y tus palabras me supongo que hablas de algo relacionado con el amor.-.Decía la señora, intentando ayudar al chico.
-Pues...Algo...Con el amor...-.-Entonces cuando Chan iba a terminar de responder, la señora del puesto pegó un grito a una chica que había allí no se veía muy bien de tan lejos.
La chica se fue acercando y acercando poco a poco, Chan seguía sin poder verla bien, hasta que al fin pudo verla y pudo ver que era !!LA CHICA DEL PARQUE!!, Chan se puso contentísimo pero no decía nada, intentó guardar en secreto sus emociones.
-¿Por qué has salido hoy tan tarde de casa Ling?.-. Decía la señora.
-Con qué así se llamaba...-.Suspiraba Chan
-Lo siento mamá, hoy daban un programa sobre artes marciales en la teley no me lo quería perder, terminó tarde, pero aún así no quería dejar de ir al parque para relajarme un rato.
-Esta bien pero no llegues muy tarde a casa vale.-. Decía con un tono maternal muy natural su madre.
-Vale mamá, hasta después.-.Respondió Ling con un aire de alegría muy bueno.
Trás la conversación Chan quedó embobado y apresuró a tomarse los fideos. Entonces le preguntó a la señora:
-Los fideos han estado buenísimos, oigan ¿ustedes son nuevos por aquí? es que no los conocía y por si otro día me apetece venirme a tomarme un bol más jeje.-. Respondía Chan con una alegría enorme viendo que el destino no le había defraudado.
-Si, hemos llegado hace 1 semana, y todos los días suelo vender fideos por esta zona.-. Decía la señora extrañada por la pregunta y el cambio tan repentino de humor del muchacho.
Entonces el muchacho muy agradecido, le dejo una buena propina y se marchó a su casa muy contento, con la idea de trazar un plan para decirle sus sentimientos, esperemos que no falle de nuevo...
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Y hasta aquí llega esta historia, continuará...
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